SOMOS NUESTROS PENSAMIENTOS.

Afirmación que hacen los budistas y yo personalmente defiendo. Algunos de vosotros pensará; nada mas erróneo y descabellado.
Hay personas que defienden la idea de que las situaciones suceden externamente a ellos mismos. No tienen ningún control sobre ellas. Son como marionetas del destino, si la situación les es favorable y positiva la acogen con gran entusiasmo y se sienten felices, se les puede oír decir: "me lo he ganado". Por el contrario cuando la situación le es desfavorable y negativa, la rechazan, experimentan tristeza, pena y se puede oír un "yo no me merezco esto".
Realmente somos responsables de todo lo que nos pasa, lo positivo y lo negativo. Lo que sucede es que nuestras proyecciones de vida, de nosotros mismos y de lo que nos rodea no son inmediatas. Suceden con el tiempo y en mi caso personal he podido comprobar que buscando en mi memoria halle aquellos pensamientos que produjeron sucesos futuros. Por eso siempre digo a mis colegas; "ten cuidado con lo que deseas".
No olvidemos que nuestra forma de pensar parte de una sociedad anterior y actual que funda sus bases en la NO aceptación de nuestra propia responsabilidad ante lo que sucede. Somos entes ajenos, si hacemos las cosas conforme al sistema somos aceptados por el sistema y si hacemos las cosas en contra del sistema somos ajenos al mismo.
Para vivir una vida plena y feliz, espiritualmente hablando, yo vivo el HOY, no manipulo mis pensamientos sino que los observo como si fuesen nubes pasajeras. Días en que me lleno de malos pensamientos e ideas les observo y me digo "vale, ya pasarás" a continuación intento regocijarme en algo bonito y reconfortante que me cauce emociones positivas. Así, de esta manera transformo mi día en algo maravilloso. Aquellos días en que me siento especialmente feliz, disfruto de como contagio a los demás con mi energía, lo noto, lo observo y me siento agradecida.
Si somos nuestros pensamientos y queremos ser felices porque no probar a vivir el hoy amando cada cosa que nos rodea, sintiéndonos agradecidos por lo que tenemos y no tenemos, por lo que nos pasa y lo que no nos pasa, por los que están y los que ya no están, por lo que somos y lo que aún no somos. Aceptar y disfrutar de lo que el universo nos regala día a día es siempre una buena opción.